Sofonisba fue hija de un noble humanista que insistió en que su hermana y ella recibieran clases de Pintura de manos del pintor Bernardino Campi.
Pronto destacó por ser una excelente retratista y vino a la corte española gracias al empeño del Duque de Alba, convirtiéndose entonces en pintora de cámara del rey Felipe II y en dama de la reina Isabel de Valois.
La mayoría de sus obras carecen de firma, por eso ha sido velada por la Historia, no obstante, fue tratada como una celebridad en la época. Innovó en dicha disciplina al aportar un gran naturalismo a sus obras.
El juego de ajedrez, Retrato de familia o Retrato de Felipe II fueron algunas de sus obras más destacadas. En los últimos años, un numeroso grupo de investigadores cree que la autoría de la Dama de armiño es de ella y no del Greco, como tradicionalmente se pensaba.
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