viernes, 12 de febrero de 2016

Me lo ha contado un pajarito: Ser un viva la Virgen.

Imagen extraída de
http://www.gifss.com/profesiones/marineros/index2.htm
Si alguien es una persona despreocupada, tranquila y hasta dejada se suele decir de ella que es " un/una viva la Virgen". 

Antiguamente se le solía dar otro significado distinto a este término. Según Covarrubias y Malara, se aplicaba a los hombres sencillos que llegan a ser un poco bobos.

Si mantenemos esta hipótesis, José Mª Iribarren amplía la información con un dato que leyó en la revista Alrededor del mundo. Este hacía referencia a la llegada  y posterior ataque de los piratas ingleses y holandeses a las costas americanas. Para defenderse, los españoles armaron a los indígenas para que hicieran guardia en las zonas costeras. Cuando los corsarios bajaban de sus barcos, los indios les atacaban al grito de "¡Viva la Virgen!". Ahora bien, como estos ataques eran esporádicos y ellos se pasaban meses tumbados a la bartola, se les comenzó a llamar los "¡Viva la Virgen!"

Fernando Villamil en Viaje de circunnavegación de la corbeta (Nautilus) escribió: "Llámase a bordo ¡Viva la Virgen! al marinero conceptuado más torpe de la tripulación. Proviene el nombre de que antiguamente, al formar la marinería para formar un número de guardias, el que tenía el último, en vez de cantarlo, exclamaba ¡Viva la Virgen!" En esta línea y con posterioridad, este apodo se aplicó al descuidado, al que llegaba tarde a formar, al último en acudir a la llamada.

En otra línea de hipótesis completamente diferente a la expuesta, Sbarbi, en su Gran Diccionario, dice que la expresión correcta es "ser uno un vivo a la Virgen", aplicándose su uso a las personas buenas y cándidas. 

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