miércoles, 28 de octubre de 2015

Resolución del ejercicio de los signos de puntuación


Imagen extraída de: https://identidadaragonesa.wordpress.com
¿Recordáis el ejercicio con el que os quise demostrar la importancia de los signos de puntuación? Pues bien, tras la lectura de ese problemático testamento, los diferentes implicados hicieron su interpretación del texto del siguiente modo:
  • Su sobrino Juan dijo: 
"Dejo mis bienes a mi sobrino Juan. No a mi hermano Luis. Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los Jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo."
  • Su hermano Luis argumentó:
"¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¡A mi hermano Luis! Tampoco, jamás se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los Jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo."
  • El sastre alegó:
"¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. Se pagará la cuenta  al sastre. Nunca, de ningún modo para los Jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo."
  • Los Jesuitas comentaron:
"¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. ¿Se pagará la cuenta al sastre? Nunca, de ningún modo. Para los Jesuitas, todo. Lo dicho es mi deseo."

...Vosotros, como notarios/as, aportáis una opción más que ellos no han contemplado y es que el testamento quede sin asignar a ningún heredero:

"¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco. Jamás se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los Jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo."

¿Habéis comprobado lo importante que son los signos de puntuación y cómo pueden cambiar el sentido de las oraciones? A partir de ahora... No os olvidéis de ponerlos.


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