Pues bien, en esta ocasión esta pintura muestra a Christine de Pizan (1364-1430), joven italiana considerada la primera escritora profesional de la Historia.
Fue una mujer tenaz, valiente y muy perseverante que, a pesar de haberse quedado huérfana de padre y viuda a los veinticinco años, no optó por volverse a casar o terminar sus días en un convento, como era costumbre en la Edad Media. Christine eligió mantener a la familia que le quedaba -su madre y sus dos hijos (un tercero también había fallecido)-, gracias al dinero que obtenía vendiendo sus escritos.
Sus libros trataron temas amorosos, filosóficos, políticos, morales o, incluso, sobre el derecho de la mujer en la sociedad.
La ciudad de las damas es una obra donde reclamó un lugar para su género en el mundo y donde rechazó la misoginia que imperaba en su época dignificando así la figura de la mujer.
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